Convención sobre Municiones en Racimo

La Convención sobre Municiones en Racimo (CMR) prohíbe bajo cualquier circunstancia el uso, el desarrollo, la producción, la adquisición, el almacenamiento y la transferencia de municiones en racimo, así como la ayuda o la incitación a cualquier persona a realizar actividades prohibidas. El texto de la Convención puede descargarse en las seis lenguas oficiales de la ONU: عر بي, 中文, English, français, русский , español.

Una munición de racimo es un arma consistente en un contenedor o dispensador desde el que se esparcen numerosas submuniciones o bombetas por amplias zonas. Muchas submuniciones son poco fiables y no llegan a explotar, lo que crea un impacto humanitario potencial sobre la población civil tanto durante como mucho después de que finalice el conflicto.

La Convención proporciona una respuesta internacional global al sufrimiento causado por el uso de municiones en racimo y sus restos, para prevenir la proliferación y el uso futuro de estas armas.

La Convención se abrió a la firma en Oslo el 3 de diciembre de 2008 y entró en vigor el 1 de agosto de 2010.

Responsabilidades confiadas al Secretario General de las Naciones Unidas

Según los términos de la Convención, se han confiado al Secretario General de las Naciones Unidas una serie de responsabilidades, entre las que se incluyen:

  • Recopilación y difusión de informes de transparencia por y para los Estados Partes (Artículo 7);
  • Facilitación de la aclaración del cumplimiento (Artículo 8); y
  • Convocatoria de Reuniones de los Estados Partes (Artículo 11) y Conferencias de Examen (Artículo 12).

Además, de acuerdo con la(s) Resolución(es) pertinente(s) de la AG, se "solicita al Secretario General que preste la asistencia necesaria y proporcione los servicios que sean precisos para cumplir las tareas que le encomienda la Convención sobre Municiones en Racimo"

Para obtener información sobre la aplicación de la Convención, visite el sitio web de la Unidad de Apoyo a la Aplicación de la CMR.