Armas explosivas en zonas pobladas

Los conflictos armados tienen lugar cada vez más en centros de población y zonas pobladas. Esta urbanización de los conflictos armados y el uso de armas con una gran fuerza explosiva y con capacidad para afectar a grandes zonas está provocando efectos devastadores y bien documentados en la población civil.

¿Qué se entiende por armas explosivas en zonas pobladas (EWIPA) y cuál es su principal preocupación?

Las armas explosivas son un subconjunto de lo que comúnmente se denomina armas convencionales.

Desde el punto de vista tecnológico, existen muchos tipos de armas explosivas, como bombas, proyectiles de artillería, granadas, misiles, minas terrestres y artefactos explosivos improvisados, que se activan mediante la detonación de una sustancia altamente explosiva.

Entre los tipos de armas especialmente problemáticos se encuentran las armas de fuego indirecto, como la artillería, los cohetes y los morteros, las armas que disparan en salvas, como los sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple, las grandes bombas lanzadas desde el aire y los misiles balísticos tierra-tierra. Estos sistemas incluyen municiones con un gran radio destructivo, armas con sistemas de lanzamiento imprecisos o sistemas de armas que lanzan múltiples municiones sobre una amplia zona.

Una zona poblada se entiende generalmente como una concentración permanente o temporal de civiles y/o bienes de carácter civil.

Una de las principales preocupaciones es el uso de armas explosivas, en particular las que tienen impactos en áreas amplias, en zonas pobladas. Muchas de estas armas se diseñaron originalmente para su uso en campos de batalla abiertos y son intrínsecamente indiscriminadas cuando se utilizan en zonas pobladas, por lo que provocan un aumento de las víctimas civiles y devastadores impactos humanitarios.

Su uso en ciudades, pueblos y aldeas causa miles de víctimas civiles en todo el mundo cada año y sigue siendo una de las mayores amenazas para los civiles durante los conflictos armados.

Pero el sufrimiento de los civiles no sólo incluye muertos y heridos. Muchos más se ven afectados por los efectos reverberantes de dicho uso cuando se destrozan instalaciones sociales, comerciales, infraestructurales, culturales, educativas, religiosas y sanitarias, y cuando los espacios vitales se ven gravemente restringidos debido a los altos niveles de contaminación por artefactos explosivos que siguen matando y hiriendo a civiles años después de que hayan cesado los combates, obstaculizan los esfuerzos de reconstrucción y crean barreras para el retorno.

La posición de las Naciones Unidas

El Secretario General de las Naciones Unidas ha puesto de relieve el impacto humanitario indiscriminado y grave del uso de armas explosivas en zonas pobladas desde 2009. Ha utilizado sistemáticamente sus informes al Consejo de Seguridad sobre la protección de los civiles en los conflictos armados para llamar la atención sobre los efectos devastadores que tiene para los civiles el uso de armas explosivas en zonas pobladas; y sigue apelandoa las partes en los conflictos armados y a los Estados para que eviten el uso de armas explosivas en zonas pobladas, trabajen para eliminar por completo los conflictos de las zonas urbanas y eviten situar objetivos militares dentro o cerca de zonas densamente pobladas.

En su Agenda para el Desarme Asegurar Nuestro Futuro Común, el Secretario General hizo especial hincapié en abordar el uso de armas explosivas en zonas pobladas y se comprometió a apoyar a los Estados en el desarrollo de una declaración política, así como de limitaciones, normas comunes y políticas operativas de conformidad con el derecho internacional humanitario.

En su Nueva Agenda para la Paz, el Secretario General recomienda a los Estados que, basándose en Asegurar nuestro futuro común: Un Programa de Desarme, "refuercen la protección de los civiles en las zonas pobladas de las zonas de conflicto, saquen totalmente el combate de las zonas urbanas, incluso mediante la aplicación de la Declaración Política sobre el Fortalecimiento de la Protección de los Civiles contra las Consecuencias Humanitarias del Empleo de Armas Explosivas en las Zonas Pobladas, aprobada el 18 de noviembre de 2022, y establezcan mecanismos para mitigar e investigar los daños causados a los civiles y garantizar la rendición de cuentas de los autores".

En septiembre de 2019, el Secretario General y el Presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja hicieron un llamamiento conjunto en el que pedían a las partes en conflictos armados que evitaran el uso de armas explosivas con efectos de área extensa en zonas pobladas, debido a la gran probabilidad de que se produjeran efectos indiscriminados.

En noviembre de 2022, en un comunicado de prensa conjunto, los responsables de tres entidades de las Naciones Unidas Izumi Nakamitsu, Alto Representante de las Naciones Unidas para Asuntos de Desarme; Martin Griffiths, Secretario General Adjunto de Asuntos Humanitarios y Coordinador del Socorro de Emergencia; Catherine Russell, Directora Ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), y la Presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Mirjana Spoljaric Egger, reconocieron que la Declaración Política sobre el Fortalecimiento de la Protección de los Civiles contra las Consecuencias Humanitarias Derivadas del Empleo de Armas Explosivas en las Zonas Pobladas constituye un importante hito colectivo en la protección de los civiles frente a la creciente urbanización de los conflictos armados e hicieron un llamamiento a los Estados para que la suscriban.

La recopilación de datos y los Objetivos de Desarrollo Sostenible

La meta 16.1 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible incluye el compromiso de reducir significativamente todas las formas de violencia y las muertes relacionadas con ella en todo el mundo. El indicador 16.1.2 incluye la recopilación de datos sobre muertes relacionadas con conflictos por cada 100.000 habitantes, desglosados por grupo de edad, sexo y causa. La recopilación de datos desglosados sobre la categoría de armas utilizadas en las muertes relacionadas con los conflictos puede contribuir a un diálogo basado en pruebas para apoyar el desarrollo de prácticas, políticas y normas a nivel mundial, regional y nacional destinadas a proteger a los civiles del uso de armas explosivas en zonas pobladas.

Informes del Consejo de Seguridad del SG