Construyendo la Próxima Generación de Profesionales en APAL de África: Diecinueve becarios completan la primera beca de la UNODA para África

13 de octubre - 7 de noviembre de 2025

Diecinueve profesionales de dieciséis países africanos completaron el programa inaugural de la Beca Africana sobre Control de Armas Pequeñas y Ligeras (APAL) de la UNODA, creado a raíz de la decisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 77/71 (2022) de crear una iniciativa de formación dedicada a becas para apoyar la aplicación del Programa de Acción de las Naciones Unidas (PoA) y el Instrumento Internacional de Rastreo (ITI). En respuesta a las peticiones de los Estados miembros de una creación de capacidades más sostenida, práctica y específica para cada contexto, la beca se diseñó para reforzar las capacidades de las instituciones nacionales, profundizar en los conocimientos técnicos y operativos y crear una red a largo plazo de profesionales de las armas pequeñas y ligeras en todo el continente.

Durante tres semanas intensivas, los becarios participaron en sesiones de formación en Lomé y Ouidah, en las que se relacionaron con autoridades nacionales, organizaciones regionales y expertos internacionales responsables de la gestión de las armas pequeñas y ligeras, desde la importación y el marcado hasta el almacenamiento, el rastreo y la destrucción.

La beca reunió a una mezcla única de profesionales, desde funcionarios de defensa y asuntos exteriores hasta oficiales de policía y militares, técnicos en marcado de armas y miembros de las comisiones nacionales de armas pequeñas y ligeras. A pesar de sus diferentes trayectorias institucionales, los becarios compartían una misión común: reducir la proliferación, el uso indebido y el desvío de armas pequeñas y ligeras en sus respectivos países.

Ceremonia de apertura: haga clic en la imagen para ver el vídeo

Surge una comunidad de práctica

Durante las sesiones de apertura en el UNREC, los representantes de las autoridades togolesas, el Coordinador Residente de la ONU y el Director de la UNODA y Adjunto del Alto Representante, Adedeji Ebo, hicieron hincapié en la urgencia de reforzar los sistemas nacionales de control de armas pequeñas y ligeras en una región en la que los flujos ilícitos, el extremismo violento y el crimen organizado siguen amenazando la estabilidad.

Los primeros días de la Beca se dedicaron a construir una base normativa sólida. Los participantes recibieron una visión regional de la Unión Africana sobre las prioridades continentales y el contexto más amplio de la paz y la seguridad, seguida de una serie de sesiones dirigidas por el UNREC, la UNODA y UNITAR sobre marcos globales y regionales, hojas de ruta y dinámicas regionales. Exploraron los compromisos de los Estados bajo el Programa de Acción de la ONU y el Instrumento Internacional de Localización, revisaron los resultados clave de las recientes reuniones del Programa de Acción de la ONU y debatieron cómo estos compromisos configuran las responsabilidades nacionales. Los becarios también examinaron los marcos normativos nacionales y los mecanismos de coordinación, incluyendo cómo funcionan en la práctica la legislación, las disposiciones sobre el acceso de los civiles y la documentación de los usuarios finales y los controles de las transferencias. Las introducciones a las orientaciones de MOSAIC, los informes sobre el PdA y los ejercicios de solicitud de asistencia internacional, ayudaron a los participantes a comprender mejor la importancia de los informes sobre el PdA y cómo convertir dichos informes en solicitudes de asistencia. La Red de Acción Internacional sobre Armas Pequeñas (IANSA) y la sección local de la Red de África Occidental para la Consolidación de la Paz (WANEP) fueron invitadas a debatir sobre la cooperación con las organizaciones de la sociedad civil.

Conectar las normas globales con las realidades nacionales

Sobre la base de las sesiones de la Semana 1 en el UNREC, que cubrieron el PoA de la ONU y la ITI, la MOSAIC, los mecanismos de coordinación, los procesos de presentación de informes y de solicitud de asistencia, y el compromiso con la sociedad civil, el programa también incorporó ejercicios prácticos directamente en estos módulos. A lo largo de la semana, se utilizaron el trabajo en grupo, los debates sobre escenarios y los intercambios en pecera para profundizar en la comprensión y trasladar las presentaciones a la práctica. Los becarios debatieron cómo funcionan en la práctica sus procedimientos legislativos y administrativos, exploraron los acuerdos de coordinación entre las instituciones de seguridad y revisaron los pasos procedimentales implicados en el marcado, el rastreo, las transferencias y la elaboración de informes. Compararon el modo en que los distintos países organizaban funciones similares y compartieron ejemplos de los retos encontrados en sus propios montajes institucionales. Los intercambios permitieron a los participantes examinar de cerca el funcionamiento de sus mecanismos nacionales y comparar enfoques con sus homólogos de toda la región. Una presentación dedicada por el UNIDIR examinó la producción artesanal, subrayando cómo las armas fabricadas localmente desafían los sistemas de marcado y rastreo existentes.

Del diálogo a la práctica: Aprender en entornos reales

La segunda semana de la beca [MM1] tuvo lugar en el Centro de Entrenamiento para Operaciones de Mantenimiento de la Paz de Lomé (CEOMP). Esta semana marcó una transición de las discusiones conceptuales al trabajo técnico aplicado, con un fuerte énfasis en las dimensiones operativas del rastreo de armas pequeñas y ligeras ilícitas. Los participantes trabajaron junto a responsables de armerías e instructores de PSSM para examinar las condiciones de almacenamiento, los procedimientos de seguridad y la forma en que se documentan, salvaguardan y organizan las armas y municiones dentro de los arsenales en funcionamiento. Esta exposición práctica se reforzó mediante una visita sobre el terreno a una pequeña armería en Lomé, donde los becarios observaron de primera mano cómo se gestionan los procedimientos de entrada y salida, cómo se controlan las armas en el punto de almacenamiento y cómo las lagunas en la infraestructura o la documentación pueden influir en los riesgos de desvío.

Visita sobre el terreno al almacén de armas y municiones de la prisión de Lomé

El rastreo constituyó un pilar fundamental de esta fase y corrió a cargo de varias organizaciones especializadas, cada una de las cuales se ocupó de una parte distinta del proceso. Conflict Armament Research (CAR) dirigió el segmento técnico, guiando a los participantes a través de la identificación y documentación de las armas, la interpretación de las marcas y los tipos de información necesarios para reconstruir la historia de un arma. INTERPOL se centró en la arquitectura de la cooperación internacional, presentando a los becarios la base de datos iARMS, explicando cómo se envían y verifican las solicitudes de rastreo y esbozando los procedimientos utilizados cuando los organismos nacionales llevan a cabo investigaciones transfronterizas. La Organización Mundial de Aduanas (O MA) contribuyó al segmento sobre transferencias internacionales y gestión de fronteras, demostrando cómo las autoridades aduaneras utilizan la plataforma CENcomm en el marco del proyecto sobre armas pequeñas y ligeras de la OMA para intercambiar información operativa, procesar las armas incautadas y coordinarse con los puntos focales nacionales de rastreo.

Demostración de marcado

Demostración de marcado

En el Centro de Formación Avanzada en Operaciones de Desminado y Desminado (CPADD) de Ouidah, la beca pasó a centrarse en los aspectos prácticos y altamente técnicos de la manipulación, recogida y destrucción de armas pequeñas, armas ligeras y munición. Los instructores guiaron a los participantes a través de procedimientos seguros para gestionar las armas y municiones recuperadas, ya fueran incautadas, entregadas o recogidas durante las operaciones, y explicaron cómo una manipulación inadecuada puede contribuir a que se produzcan accidentes o desvíos. Se hizo especial hincapié en la preparación de los artículos para su destrucción, incluyendo la clasificación, las comprobaciones de seguridad y las precauciones específicas requeridas para las diferentes categorías de material. Los becarios practicaron la documentación y el registro de las armas recogidas, documentando los rasgos identificativos mediante fotos, seriales e información básica de rastreo.

El módulo culminó con una serie de actividades prácticas de destrucción, durante las cuales los participantes observaron la demolición controlada de diversos artículos de armas pequeñas y ligeras, incluidas armas de fuego, munición, granadas y munición antitanque, siguiendo los protocolos de seguridad establecidos por el CPADD.

Destrucción de armas mediante plasma

Detonación de munición de armas ligeras

Crear formadores que multipliquen la capacidad nacional

Para garantizar que el impacto de la beca se prolongue mucho más allá del programa de tres semanas, los participantes tomaron parte en un ciclo completo de formación de formadores. Guiados por especialistas en aprendizaje de adultos de UNITAR, exploraron técnicas de facilitación, planificación de sesiones, métodos de comunicación y formas de adaptar el material técnico a públicos diversos.

Seguridad en contexto: Género, tecnología y amenazas emergentes

La Beca también invitó a los participantes a considerar el panorama más amplio de la violencia armada y la gobernanza de las armas en África. Las sesiones sobre género e interseccionalidad dejaron claro que los impactos de las armas ligeras y de pequeño calibre no se experimentan por igual en todas las comunidades, lo que subraya la necesidad de enfoques inclusivos en la política y la práctica.

Los módulos especializados exploraron tecnologías emergentes como las armas de polímero y modulares, que plantean nuevos retos para el marcado y el rastreo. También se exploraron los procesos judiciales, los mecanismos de aplicación y la dinámica transfronteriza.

Convertir la perspicacia en acción: Los proyectos de los becarios

A lo largo del programa, cada participante desarrolló una propuesta de proyecto nacional destinada a abordar un reto prioritario en su país. Apoyados por formadores y otros ponentes invitados como mentores, los becarios identificaron puntos de apalancamiento dentro de sus sistemas nacionales y diseñaron intervenciones que fueran realistas, procesables y alineadas con los compromisos nacionales y regionales.

Los conceptos de proyecto resultantes reflejaban una amplia gama de prioridades: mejorar las bases de datos nacionales, modernizar los sistemas de marcado, reforzar los marcos legislativos, iniciar nuevos programas de formación, mejorar los mecanismos de coordinación, dirigirse a las comunidades fronterizas y reforzar la GDSP. En Ouidah, cada becario presentó su proyecto a sus compañeros para ser evaluado. El mejor proyecto fue concedido al participante de Sierra Leona cuyo objetivo era desarrollar un registro digital centralizado de armas vinculado a la base de datos policial y militar.

Presentaciones individuales de proyectos

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Una asociación que refuerza la seguridad regional

La beca se concedió gracias a la estrecha colaboración entre la UNODA y el UNREC, aprovechando la experiencia regional y las asociaciones operativas del UNREC. El CEOMP y el CPADD aportaron componentes esenciales técnicos y sobre el terreno, mientras que los gobiernos de Togo y Benin garantizaron una ejecución sin fisuras en los tres lugares de formación.

Una cohorte preparada para liderar

Al concluir la beca, los diecinueve participantes regresaron a sus países de origen con competencias reforzadas, nuevas herramientas analíticas y una red continental de homólogos en la que pueden confiar. Su trabajo apoyará directamente las reformas nacionales, reforzará el cumplimiento de los compromisos internacionales y regionales y contribuirá a reducir la violencia armada en toda África.

La UNODA y el UNREC mantienen su compromiso de apoyar a los Estados miembros mediante una asistencia técnica continuada, tutorías e iniciativas específicas de desarrollo de capacidades, garantizando que el impulso generado por esta primera Beca siga creciendo.